Misión 10- La calle 10 Mystery Street

La calle 10 Mystery Street

Era una noche nublada, en el número X de la calle de Mystery Street donde la Agente Seeley Booth estaba en su dormitorio, cuando de repente se percató que había en la orilla de la puerta un pequeño objeto que brillaba mucho. Se acercó y al recogerlo, era un reloj antiguo de bolsillo . No sabía de quién era, pero tampoco le dio tiempo de analizarlo mucho porque en ese momento se escuchó un ruido muy fuerte, fue hacia la ventana para identificar de dónde provino el ruido y se percató que era en el cruce de su calle y la avenida principal. Guardó el reloj en el bolsillo de su pantalón, tomó su saco y sus llaves dirigiéndose hacia el lugar. Al llegar, al lugar de los hechos, disimulaba tras un árbol su presencia. Desde ahí trataba de saber lo que había sucedido pero la muchedumbre no permitía ver nada. Se oyó a lo lejos la sirena de una ambulancia, y la gente empezaba a hacerse a un lado para que pudiera revisar qué había sucedido. Los murmullos de las personas eran cada vez más fuertes y más claros; sin embargo, la gente que pasaba cerca de ella simplemente la ignoraban. 
Justo en la contraesquina, se veía en una tienda un indigente moviendo las manos de un lado a otro, señalando de arriba hacia abajo. La agente no alcanzaba a entender qué decía y supuso que estaba contando los detalles de lo que había sucedido, trataba de actuar y hacer mímica lo más posible para que lo entendieran, realmente se veía muy alterado, y el oficial sólo tomaba nota de lo que decía. De repente llegó un automóvil con los vidrios polarizados justo enfrente de la Agente Seeley Booth, el asiento de atrás se bajó la ventana y sacó la mano para darle una nota diciéndole con una voz ronca - ¡Contamos con usted agente Seeley Booth!- y ella tomó el papel doblado, sin decir una palabra, el hombre dió la indicación al chofer de - ¡Vámonos! subió el vidrio y el auto se fue tan misteriosamente como llegó, nadie se percató de que se había estacionado unos segundos en esa esquina. 
La agente vio cómo a la distancia desapareció el automóvil, justo en ese momento en el lugar de los hechos se despejó todo como si no hubiera pasado nada, ya no había muchedumbre ni ambulancia, ni nada. Así que, sintió curiosidad para saber qué pudo haber sucedido que causó tanta conmoción y sin ver lo que decía la nota la guardó en su bolsillo del pantalón. Al llegar justo frente a la tienda, alcanzaba a escuchar vagamente el murmullo de lo que parecía ser el relato de los hechos de lo que aquél indigente había sido testigo. La agente, ahora estaba muy cerca de la tienda que estaba en contra esquina pero simplemente se enfocó en observar la calle empedrada para ver lo que parecía ser las marcas que ponen cuando hay una escena del crimen. 
Pero estaba equivocada, lo que había eran tres palabras escritas con letras grandes y con gis blanco y decía “Lee la nota”... en un momento brincó para atrás y se asustó, parada, desconcertada no daba crédito a lo que leía, pensó - ¡No es posible!- Después, volteó a ver al señor que relataba lo que había sucedido y ahora puso atención a cada palabra que decía, y sorpresivamente lo que se escuchaba era lo mismo una y otra vez, lo repitió tres veces seguidas sin tomar aire - “ cuando voltee al suelo, caminé para recoger el reloj y al abrirlo decía las doce y media… cuando voltee al suelo, caminé para recoger el reloj y al abrirlo decía las doce y media… cuando voltee al suelo caminé para recoger el reloj y al abrirlo decía las doce y media…” - ¡era como un bucle! Incrédula, sorprendida y asustada, empezó a correr en dirección contraria de la tienda y en la siguiente esquina con el pulso acelerado y la respiración agitada, se detuvo para leer la nota que le había dado el señor misterioso del auto, y tomando en serio el mensaje que estaba escrito sobre la calle empedrada donde le pedía que leyera aquella nota, respiró profundo y decidió que era momento saber qué decía… Metió la mano a su bolsillo derecho y no estaba la nota, pero ahí estaba el reloj marcando las doce y media pero el segundero ya no avanzaba y más bien daba la apariencia de que avanzaba pero después regresaba, como si el tiempo se hubiera detenido o se negara a avanzar, y después buscó en su bolsillo del lado izquierdo y encontró la nota la cual decía…. ¡Despierta, despierta! En ese momento, miró a su alrededor y pensó -Pero si estoy despierta- entonces fue cuando cerró los ojos, y al instante sintió cómo de repente una sensación de pesadez se apoderaba de sí misma, como si de repente estuviera inmovilizada pero no sentía a nadie cerca solo una extraña fuerza externa la estaba inmovilizando, como si no fuera dueña de su cuerpo…  después de luchar mentalmente con ella misma y con mucho esfuerzo... por fin logró abrir los ojos y tener la capacidad de mover sus manos y luego sus piernas… Ya más consciente, se dió cuenta de que estaba acostada en su cama dentro de su habitación, era la misma noche nublada pero comenzaba a llover, en el suelo junto a la puerta vió el reloj lo abrió y marcaba las 12:30 horas… En ese momento pensó -¡Vaya¡ sólo había sido un sueño. ¿o no? 





   Autor Agente Naye

Coautor/ilustrador:_Agente Seeley Booth



                              via Imgflip

Comments

  1. ¡Excelente Agente Seeley Booth! ... Todo tu trabajo demuestra el talento que tienes al dibujar y las habilidades tecnológicas adquiridas en este bootcamp... Definitivamente eres un elemento muy valioso. Aún falta la misión final ¡Vamos tú puedes!

    ReplyDelete

Post a Comment